Por primera vez en a lo menos dos décadas, la Operación Renta 2007 arrojó un saldo positivo para el fisco, que alcanzó a 526 millones de dólares. Los pagos de tributos de personas y empresas llegaron a dos mil 857 millones de dólares, en tanto que el Estado debió restituir dos mil 331 millones de dólares a los contribuyentes. Debe recordarse que dicha operación es la última fase del año tributario, para cerrar sus cifras. Así se determina cuál fue el comportamiento tributario efectivo del año 2006.
Los ingresos fiscales del año pasado llegaron a aproximadamente 38 mil millones de dólares, de los cuales el 66 por ciento -esto es, 25 mil millones de dólares- corresponde a ingresos tributarios. La diferencia se explica principalmente por los ingresos de Codelco, que fueron particularmente altos, debido al elevado precio del cobre.
Tradicionalmente, entre los ingresos tributarios el más importante ha sido, con mucho, el del IVA. No obstante, en los últimos años la importancia de los ingresos por el impuesto a la renta se ha incrementado. En 2006, la recaudación total por este impuesto alcanzó los 10 mil millones de dólares, sólo levemente inferior a la recaudación del IVA. El incremento en la recaudación por impuesto a la renta en relación con 2005 (53 por ciento en términos reales) se explica en forma importante por el fuerte aumento de la recaudación proveniente de las empresas mineras, debido, asimismo, al alto precio del cobre.
Una parte significativa de estos ingresos ha sido ahorrada bajo la política de balance estructural, según la cual los ingresos transitorios de períodos buenos se ahorran para ser gastados en períodos malos. La autoridad fiscal ha sido particularmente responsable en esta materia. Sin embargo, parte de la bonanza fiscal es permanente. En efecto, se ha estimado que el precio del cobre de largo plazo ha subido y se ha generado un stock de activos que devenga intereses cada año. Ello ha permitido subir también en forma significativa el gasto público. El presupuesto contempla un aumento de dicho gasto de nueve por ciento este año, y es posible que la cifra sea similar para 2008, a menos que se decida devolver parte de los mayores ingresos a la gente por medio de menores impuestos.
En este escenario de bonanza fiscal, es clave que los mayores recursos se gasten en forma eficiente. No basta sólo con la responsabilidad en la última línea -como la ha habido-, sino que es menester atender en forma más sistemática a la calidad del gasto público.
junio 25, 2007
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